Solo es posible conseguir salud y bienestar teniendo presente el cuerpo, la mente, la relación entre ambos y con los demás
El estrés psicológico mantenido en el tiempo produce unos niveles altos de cortisol lo que tiene un impacto negativo en el organismo, una neurotoxicidad en el cerebro visualizada a través de disfunciones neuronales o alteraciones cognitivas, entre otras.
Además, en la actualidad no hay dudas sobre el efecto negativo de los procesos de estrés en relación a múltiples enfermedades influyendo en fases de formación y factores desencadenantes y durante el transcurso de las mismas y las etapas de recuperación.
El sistema inmune y toda su compleja estructura al servicio de la funcionalidad adaptativa y defensiva del organismo se relaciona estrechamente también con los procesos de estrés y con todas aquellas respuestas internas encargadas de mantener el equilibrio en el ser humano.
Conoce tu estrés
Muchas circunstancias te pueden llevar al estrés, bien por alguna de sus características, bien por alguna tuya, pero en cualquier caso difícilmente lo sabrás hasta que no estés en él.
Los sobreesfuerzos mantenidos en el tiempo, el sentir que ciertas cosas te superan o que no puedes más te llevarán a normalizarlo hasta que te desgastes o te rompas y probablemente ese sea el momento en el que sabrás qué se trata de estrés y no antes.
Podemos anticiparnos
Aprendiendo de tu ansiedad
Actualmente la ansiedad colapsa gran parte de la sintomatología que las personas experimentan tanto cuando padecen enfermedades varias como cuando no es así y en apariencia es la propia ansiedad la que se convierte en el problema.
Nunca han existido tantos recursos para manejarla; ansiolíticos, meditaciones varias, técnicas infinitas de relajación o recursos cognitivos.
Sin embargo, nunca antes hemos visto cómo las personas pasan de unas a otras con cierta sensación de insatisfacción y la convicción de que su problema es distinto y las técnicas no funcionan.