Nuestra experiencia vital está influenciada de manera dinámica por factores diversos, desde los genéticos, es decir, escritos en nuestras células, hasta los infantiles y casuales, o sea, proporcionados por el ambiente temprano, familia principalmente, pasando por el proceso de identidad que durante años vamos realizando y en el que vamos haciendo una mezcla muy personal de todo ello, no solo en la adolescencia sino el resto de nuestra vida.

Es este último factor el que, podríamos decir, depende más directamente de nosotros, pero también es cierto que no pocas veces ocurre de manera inconsciente sin que poseamos el autoconocimiento suficiente como para hacernos cargo de ese legado y lo trabajemos en la dirección que nos convenga.

Este es el margen que tenemos para prevenir, para mejorar, para sanar.. y se llama aprendizaje emocional.

Y con ello, dado que las emociones y los procesos de estrés afectan nuestros aprendizajes y procesos de memoria, hoy es relativamente fácil conocer su influencia sobre el hipocampo, que regula estos procesos. Los glucocorticoides, producidos por el estrés, pueden reducir el tamaño de esta parte de nuestro cerebro, donde hay una gran cantidad de receptores de los mismos y además pueden afectar el equilibrio de la función genética y del sistema inmune. Esto hoy día, gracias a las modernas técnicas de observación a través de imágenes, nos permite identificar el daño que estos procesos han producido por ejemplo en experiencias tempranas traumáticas o procesos de estrés a lo largo de la vida.

La parte más fascinante está algo más allá del dolor y el daño producido en estos sistemas y estructuras vitales, me refiero al trabajo oportuno que actualmente venimos haciendo en el campo del manejo del trauma psicológico y todas aquellas experiencias tempranas que dejaron una huella emocional y que a día de hoy trabajamos y abordamos desde la Psicología. La investigación se encarga de acompañar los resultados con imágenes que cambian el entramado psicofisiológico de la persona, poniendo de relieve la capacidad de sanar y recuperar que tenemos, cuando vamos en la adecuada dirección.

Ponte en marcha, conócete y aprende a regular tus emociones.